En marzo de 2024, la ISO ha lanzado una enmienda significativa que afecta varias de sus normas más importantes, incluyendo ISO 9001:2015 (Gestión de la Calidad), ISO 14001:2015 (Gestión Ambiental), e ISO 45001:2018 (Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo). Esta enmienda introduce nuevos requisitos para la integración de la adaptación al cambio climático dentro de los sistemas de gestión.
La actualización exige a las organizaciones evaluar los riesgos relacionados con el cambio climático y adaptar sus estrategias para mitigar estos riesgos. Esto incluye la identificación de vulnerabilidades en las cadenas de suministro, la planificación de la resiliencia operativa y la implementación de prácticas sostenibles que reduzcan el impacto ambiental. Las organizaciones certificadas en estas normas ahora deben revisar y ajustar sus sistemas de gestión para cumplir con estos nuevos requisitos, lo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental en un entorno global cada vez más desafiante.
Esta enmienda subraya la importancia de que las empresas no solo se adapten a las normativas actuales, sino que también se preparen para los desafíos climáticos futuros, asegurando la continuidad y sostenibilidad de sus operaciones.